27 agosto 2006

Fuerza, necesito fuerza


Hace un par de días me escribió una amiga, bueno, no sé si denominarla así porque el concepto amiga lo tengo un poco infravalorado últimamente... Pero como decía, recibí un correo electrónico de esta mujer en el que, entre otras cosas, me dice que somos nosotros los responsables de nuestro bienestar (o de su carencia) y que hay que actuar, que hay que ponerse "manos a la obra" para intentar ser un poco más felices. Y otras muchas cosas, como decía, y terminaba mandándome "Besos y fuerza". Y aparte de los besos que siempre son bien recibidos, me ha mandado la fuerza de verdad, me la ha mandado de verdad porque la he percibido, la he percibido y la he recibido. Y me ha ayudado mucho, y me ha aliviado.

Es curiosa la vida esta, es curioso como una persona que prácticamente no conozco y que prácticamente no me conoce ha conseguido animarme; y es curioso como otras personas que conozco y me conocen un poco y tengo más cerca no me han aliviado, no me han ayudado, más bien me han hundido un poco más...

Pero ya estoy levantando la cabeza, con pequeñas cosas como la que he comentado y con pequeños detalles de otras personas voy levantando la cabeza y aunque no estoy feliz, al menos va diluyéndose la tristeza. Que se disuelva completamente es ya otra historia.