03 septiembre 2006

Let the music talk

He estado fuera el fin de semana, tocaba actuación en público con mi grupo, no solemos prodigarnos así que se preveía un momento muy especial, y así ha sido. Después de algunas dificultades iniciales (afonía del singer) por fin casi recuperado, en la prueba de sonido empieza a fallar mi guitarra en los trastes altos, le había cambiado las cuerdas por la mañana y probablemente se desquintó no sé exactamente como. Así que tocaba desmontar todo, retocar el puente, las pastillas, y en el último momento cuando ya casi empezábamos a descartar algunos temas del repertorio con la última prueba se arregló.

En eso estaba cuando recibí un mensaje al móvil; tras la solución del problema y ya mucho más tranquilo, cuando aun quedaba un ratito para empezar decido llamar a mi comunicante. Fue una conversación bonita, agradable, con altibajos pero importante. Supongo que gracias a esa conversación y a la relajación que sentía después de la tensión acumulada durante toda la tarde-noche, me sentí tan a gusto, tan inspirado que mi parte de actuación fue muy buena (modestia aparte) según mis compañeros y el público asistente.

Fue una noche memorable, de las que dejan huella, interior y exterior. Ojalá vengan muchas así en los próximos días.