08 diciembre 2006

Sereno


Hoy me encuentro tranquilo, sosegado, sereno. Es esa una curiosa palabra, sereno tiene varias acepciones además de la indicada anteriormente, que viene de serenidad, hay otras y todas me vienen bien.
También se habla de estar sereno cuando uno no está bebido, y eso también me viene bien porque me siento como se siente uno después de una borrachera: con mal cuerpo, sin ganas de nada, con recuerdos turbios de lo que pasó anteriormente, con ideas confusas, con un extraño dolor interior, con ganas sólo de estar en casa, tranquilo, sin alteraciones.
Se llama también sereno a ese personaje que por las noches rondaba por las ciudades en España, y se me representa como esa persona a la que la gente acudía sólo cuando lo necesitaban y que en otros momentos nadie se acordaba de él. Me imagino a los serenos solos cuando hay luz y solicitados cuando llega la oscuridad, sin importar si para el sereno es de día o de noche...

Aun así, me alegro de sentirme sereno, en cualquiera de sus acepciones, y no sentirme alterado, dolido, y vacío.