Limpio

Y cada vez me siento más limpio, más limpio y más libre. Y a los rumiantes nos cuesta trabajo eso, porque como tenemos tantos estómagos, cuando limpiamos uno tenemos el otro sucio, cuando se medio limpia éste ya hay otro con suciedad, y así siempre, la misma historia de siempre. Pero esta vez ha de ser diferente. Me operaré del estómago si hace falta.
Y mientras más limpio y más libre me siento, mejor estoy, más contento conmigo mismo. Y eso me impulsa a cambiar las cosas que estoy cambiando, a iniciar las cosas que hace tiempo tenía ganas de hacer y no me decidía... Pero sobre todo a obviar y no me preocuparme por gente que no se preocupa de mí, gente que no me aporta nada, gente a quienes les importo muy poquito. Ahora me preocuparé de mí mismo, nadie lo va a hacer por mí. Tengo que preocuparme por mí, ¿donde hay un espejo?