30 agosto 2006

Libertad, Libertad


Hoy me ha venido a la mente otra vez el tema de la libertad, me lo ha recordado un correo electrónico que he recibido sobre el asunto. Y he pensado que me gustaría ser libre, me gustaría ser libre y no estar atado a este blog. Me gustaría ser libre y no ser esclavo de mí mismo. Me gustaría de ser libre y poder hacer uso de mis alas.

Y me gustaría decidir en libertad sobre mi futuro, pero las necesidades nos acucian. Y la comodidad nos atenaza. Me gustaría decidir en libertad dejar de ser libre, sobre todo por amor que es antónimo de libertad. Al menos en nuestra cultura.

Me gustaría ser libre para respetar a los demás. Porque no hay mayor respeto que el respetar desde la libertad, ni mayor libertad que la de ser libre desde el respeto.
Y me gustaría que todo el mundo fuera libre, porque no podemos vivir en plenitud siendo libres si los demás no lo son, porque no podría ser completamente libre viendo que los demás no lo son.

Me gustaría ser lo más libre posible, porque la libertad absoluta es imposible, la libertad requiere compromiso, compromiso con ella misma.

28 agosto 2006

Volver a ser un niño

Este mediodía estuvieron a verme unos amigos, primero vino él que necesitaba que le echara un cable en un asunto de informática, unos minutos más tarde llegó su mujer y su hija, una niña preciosa de casi un año de edad (mañana los cumple), la mar de hermosa.
En medio de la conversación de discos duros y arranques fallidos salió el tema de la niña, de su cumpleaños y de la fiesta que van a celebrar, etc. Y entonces empezaron a hablarle a ella para que yo escuchara las primeras palabras aprendidas, las típicas de imitar sonido de los animales, a decir papá y mamá, los añitos que va a cumplir y los gestos típicos que desde tiempos ancestrales se han enseñado a los niños a hacer en los primeros meses de su existencia. Desde que salió aquella película que se llamaba, creo, "Mira quien habla" no puedo dejar de intentar imaginarme que estará pensando el bebé cuando los familiares y demás nos acercamos a él. A saber.

Pero hoy la niña, después de soltar toda la retahíla que tan amorosamente sus padres y abuelos, entre otros, le han enseñado, empezó a dar su propio discurso, discurso que era (como fácilmente se puede deducir) ininteligible para el resto de los humanos (incluidos sus progenitores). Un discurso imparable en el que articulaba palabro tras palabro (sic) mientras yo observaba sus gestos para intentar descifrar si lo que decía era una queja, una admiración, un deseo, una necesidad o un comentario sin significado alguno.
En ese momento no pude dejar de pensar cuantas veces nos pasa eso a los adultos, cuantas veces articulamos un montón de palabras, con una intención claramente inteligible pero que nuestro interlocutor no entiende, no entiende simplemente porque no está prestando atención a nuestras palabras, porque está aprovechando el tiempo que la otra persona está hablando para confeccionar su propio discurso sin tener en cuenta para nada, por supuesto, lo que nosotros hemos dicho.

Y después de aquella reflexión me quedé mirando un buen rato los ojos de la niña: ojos sinceros, mirada pura, sin doble intención, transparente, directa, clara. Y se me escapó un suspiro... ¡Ojalá los adultos conserváramos esa mirada! esa mirada de niñ@, esa mirada que con tanta facilidad perdemos por los avatares de la vida, por las traiciones y las puñaladas que vamos recibiendo a lo largo de nuestra existencia.

27 agosto 2006

Fuerza, necesito fuerza


Hace un par de días me escribió una amiga, bueno, no sé si denominarla así porque el concepto amiga lo tengo un poco infravalorado últimamente... Pero como decía, recibí un correo electrónico de esta mujer en el que, entre otras cosas, me dice que somos nosotros los responsables de nuestro bienestar (o de su carencia) y que hay que actuar, que hay que ponerse "manos a la obra" para intentar ser un poco más felices. Y otras muchas cosas, como decía, y terminaba mandándome "Besos y fuerza". Y aparte de los besos que siempre son bien recibidos, me ha mandado la fuerza de verdad, me la ha mandado de verdad porque la he percibido, la he percibido y la he recibido. Y me ha ayudado mucho, y me ha aliviado.

Es curiosa la vida esta, es curioso como una persona que prácticamente no conozco y que prácticamente no me conoce ha conseguido animarme; y es curioso como otras personas que conozco y me conocen un poco y tengo más cerca no me han aliviado, no me han ayudado, más bien me han hundido un poco más...

Pero ya estoy levantando la cabeza, con pequeñas cosas como la que he comentado y con pequeños detalles de otras personas voy levantando la cabeza y aunque no estoy feliz, al menos va diluyéndose la tristeza. Que se disuelva completamente es ya otra historia.

24 agosto 2006

Impotencia


Soy impotente. Sí, sí, soy impotente. Soy impotente porque no soy capaz de dar a la gente la satisfacción que necesita de mí. Es cierto que a veces la gente es demasiado exigente y que mis capacidades son limitadas, pero aun así la culpa es mía. Evidentemente.
Y mira que llevo tiempo intentando solucionarlo, mira que he buscado mil posturas, montones de métodos para que la cosa funcione... pero no funciona, no hay manera.
Y me ocurre con muchas personas, no con una sola, lo que hace que el problema sea aun más grave.

Pero no, no hablo de la impotencia de la que parece que hablo. Hablo de la impotencia de no saber hacerme respetar, de no saber hacer que la gente me crea, de que cuando expreso alguna cosa la gente piense que estoy actuando, que estoy simulando algo para conseguir un objetivo más o menos inconfesable.

¡Quien pudiera encontrar una viagra para el alma!

23 agosto 2006

El vacío


Ha vuelto el vacío.
Se han ido esfumando cosas, personas, sonidos, imágenes, verdades, sensaciones, sentimientos, miradas, sonrisas, paisajes, susurros, pieles, vida.
Y ha vuelto el vacío.
Y necesito ir llenándolo.
Llenarlo de cosas, de personas, de sonidos, de imágenes, de verdades, de sensaciones, de sentimientos, de miradas, de sonrisas, de paisajes, de susurros, de pieles, de vida.

Porque estoy cansado de tantas mentiras (aunque sean piadosas).
Estoy harto de tantos silencios y tantas huidas (aunque sean bienintencionadas).
No puedo con tanta venganza (aunque sea involuntaria).

Necesito llenar mis vacíos. Poco a poco. Con paciencia. Necesito llenarlos de verdades, de realidades palpables. No sé si alguien podrá/querrá/sabrá ayudarme... O tendrá que ser solo otra vez...

22 agosto 2006

La conquista de la libertad

Tengo la costumbre de leer cuando estoy sentado en el W.C., tengo allí toda clase de revistas, periódicos y demás. Y he estado leyendo en una revista de psicología un artículo sobre la libertad. La libertad es algo realmente complicado. Cuantas veces confundimos la libertad con hacer lo que nos de la gana sin pensar lo que estamos haciendo y como puede eso afectar a otras personas, es decir, libertad sin responsabilidad, y eso no es posible. Por ejemplo, yo soy libre para circular por una autopista a 220 por hora, si me multan o me mato es mi responsabilidad... pero ¿Y si en esa carrera mato a otra persona inocente? ¿La he matado en el ejercicio de mi libertad?

A veces es necesario privarnos de hacer determinadas cosas por no herir a alguien (nuestra pareja, nuestros hijos, padres, amigos, etc.) y creemos que, de alguna forma, están coartando nuestra libertad y no siempre es así, particularmente no es así si esa otra persona también se está privando de hacer cosas por nosotros. Siempre que haya un equilibrio no se puede hablar de falta de libertad.

Otras veces ocurre lo contrario: si durante un tiempo nos hemos tenido que privar de hacer algo por algún motivo, y ese motivo desaparece, nos sentimos libres porque ahora podemos hacerlo. Pero, en mi opinión, no estamos siendo libres si de una manera desmesurada nos ponemos a llevarlo a cabo, porque en realidad esa situación anterior nos está condicionando enormemente. Conseguir la libertad, en el ejemplo anterior, consiste en no privarnos de hacerlo cuando deseemos hacerlo, pero no hacerlo como una obligación para recuperar el tiempo perdido.

La libertad hay que saber vivirla, hay que cuidarla día a día, y buscarla, buscarla bien. Como dijo el gran Cervantes por boca de Don Alonso Quijano:
"La libertad, amigo Sancho, es el don más preciado que dio Dios a los hombres"

20 agosto 2006

Ahora ves las cosas claras, yo aun no

Hoy he visto una pareja feliz. Me ha gustado verles. Aparte que son unos conocidos que hace mucho tiempo no veía, me ha gustado verles así, recién casados, felices. Esas miradas continuas, esos abrazos, esas manos unidas. ¡Qué felicidad!

También me ha dado envidia, me ha dado envidia porque la gente feliz tiene una capacidad especial para ver las cosas claras. Sí, no hay nadie que tenga las cosas más claras que el que es feliz, lo cual no quiere decir que no se equivoquen, que las cosas sean como uno las ve cuando es feliz. Lo he comprobado en varias ocasiones recientemente. Por eso se dice, por ejemplo, que el amor es ciego, porque hay un exceso de confianza y una idealización de la otra persona. Sí, definitivamente el amor disipa las dudas, no es que aclare las ideas, sino que disipa las dudas, que aumenta la confianza en uno mismo, en lo que se piensa. Lo ve todo claro, aunque sea de noche oscuro.

Parece que incluso hay una explicación científica para ello. Sí, cuando uno se enamora se segregan una serie de sustancias en el cerebro, creo que se llamaba dopamina o algo así, que hace que veamos la realidad a nuestra manera. De hecho, si no recuerdo mal, esa misma sustancia está en algunas drogas como la cocaína.

¡Ay! Aunque distorsionara la realidad, ¡Quien tuviera una sobredosis de dopamina!, o como se llame…

No hay nada aquí


Me he pasado unas horas hoy tarareando la canción de Silvio Rodriguez "Y nada más":

"Esta extraña tarde
desde mi ventana
trae la brisa vieja
de por la mañana.

No hay nada aquí
solo unos días
que se aprestan a pasar
solo una tarde
en que se puede respirar
un diminuto instante
inmenso en el vivir
después mirar la realidad
y nada mas, y nada más.

Ahora me parece
que hubiera vivido
un caudal de siglos
por viejos caminos.

No hay nada aquí
solo unos días
que se aprestan a pasar
solo una tarde
en que se puede respirar
un diminuto instante
inmenso en el vivir
después mirar la realidad
y nada mas, y nada más."

Gracias, maestro


19 agosto 2006

La soledad y lo infinito

Me gusta caminar entre desconocidos, me gusta ir a una ciudad y dar un paseo sin conocer a nadie, vagando solo con mi pensamiento y cruzarme con millones de gente, sin conocer a nadie. Sobre todo de noche. A veces, cuando lo hago y me encuentro a alguien conocido hasta me molesta. No, en ese momento no: no quiero ver a nadie conocido.
Pero a veces ocurre lo contrario, a veces estoy con gente conocida, gente a la que incluso tengo cariño y con la que comparto cosas y siento que son desconocidas para mí. Y lo peor de todo es cuando me siento desconocido, cuando siento que la persona que esta a mi lado no tiene ni idea de quien soy. Cuando me siento solo en compañía de gente. No hay soledad más grande que esa.
Y buena parte de culpa la tengo yo, en ocasiones. En otras no, en otras hago esfuerzos enormes para acercarme a las personas y pese a ello no ocurre. Seguramente es que soy un solitario, que nací para estar solo, como reza el título de este blog. Quizás no. A veces me quedo mirando al infinito buscando una salida y se me viene la imagen de una vía del tren: sabes que la vía va a alguna parte pero por mucho que avances, nunca, nunca ves el final.

17 agosto 2006

Descalzo bajo la lluvia


La meteorología nos ha traido un día extraño hoy. Esta mañana al ir al trabajo me encontré nubes cubriendo el cielo así que hoy me fui hasta la oficina paseando. Más tarde vinieron las aguas. Agua a raudales un día de Agosto en Andalucía no puede ser casualidad, debe ser una metáfora. Quizás por eso me sentí identificado con el día, con este día otoñal o mejor esta mañana otoñal. Me encantó asomarme a la puerta y ver correr el agua por las calles, las personas corriendo para refugiarse en cualquier portal (me gustó ver a una persona descalza pisando el agua de lluvia en la puerta de su casa), el olor a tierra mojada...
Al mediodía, al salir del trabajo empezaron a desaparecer las nubes del cielo y a asomar el sol, entonces tuve que encerrarme de nuevo en mi casa, aun no puedo sentir el sol y sé que tardaré tiempo en volverlo a sentir.


Por eso tengo ganas que llegue ya el otoño. Sí, es mi tiempo favorito, es mi tiempo habitual.

16 agosto 2006

Tú, la ausencia y tú

Hoy me he acordado de algunas cosas de ti. Sé que no debería pero así ha sido.

Me he acordado de tu risa, de la risa de los tiempos de risas, de tus risas alegres y tus risas amargas, de tu risas explosivas y tus risas forzadas. Y de tus penas transmutadas en risas.
Me he acordado de tus lágrimas, tus lágrimas de pena y tus lágrimas de ausencia. Y también de tus risas de alegría. Y de tus risas transmutada en lágrimas.
Me he acordado de tus miradas, de tus miradas extraviadas y tus miradas de deseo. De tus miradas pensativas y tus miradas ausentes. De tus miradas escrutadoras en busca de una respuesta. De tus miradas que me hacían estremecer, estremecer de deseo y de dolor.
Me he acordado de tu piel. De tu piel suave y agradable. De tu tacto excitante y lujurioso. De tu tacto inerte y repulsivo, de tu piel muerta.
Me he acordado de ti y no debería. No debería porque no sé si me acuerdo de un espejismo o me acuerdo de la verdad. No sé si me invento los recuerdos o recuerdo sensaciones inventadas. No sé quien eres. Si eres o no eres. Lo único que sé es que no estás. Que no estás. No estás.

Muñecas

De pequeña me gustaban las muñecas y tenía montones de ellas. Como mis padres eran de clase baja no podían comprarme las muñecas que anunciaba la tele y que otras niñas tenían a las que yo tanto envidiaba... pero siempre tuve muchas muñecas. Mi madre decía que menos mal que no tenían dinero porque si no los arruinaría. Lo que más coraje le daba era que cuando me daba por una me pasaba todo el día con ella e ignoraba a las demás. De modo que, sin yo saber como, de vez en cuando desaparecían las muñecas, para obligarme a jugar con las viejas y así les prestara un poco de atención. Mi madre solía decirme, hija, juega un poquito con las otras ¿no ves que te echan de menos? que ellas también necesitas que juegues con ellas un poquito. Y la verdad es que llevaba razón, de manera que en un baúl guardo todas las muñecas que tuve en la infancia, algunas sin pelo, a otras les falta un miembro, otras están sin ojos, pero todas están allí.

Ahora que ya soy mayor me doy cuenta que hago lo mismo con las personas. Y las personas no son muñecas...
Por eso echo tanto de menos a mi madre.

15 agosto 2006

El poder liberador de la música

No hay nada como la música cuando uno quiere liberarse. La música puede ayudar mucho: música marchosa para gritar, bailar y liberarse, pero también música tranquila para relajarse cuando hay tensiones; canciones con letras que te consuelen cuando las oigas cantar, etc.

Pero lo mejor de todo es interpretarla. Los que tenemos la suerte de saber tocar (o maltratar según se mire) algún instrumento musical nos viene de perlas. Sobre todo el rock. Si te encuentras angustiad@ coges la guitarra, la batería, el micrófono o lo que sea y lanzas tres gritos, tres guitarrazos o tres platillazos y no veas lo tranquilo que se te queda el cuerpo. Deberían ponerlo en todas los gabinetes psicológicos, y enseñar rock en la facultad de Psicología. O mejor en los colegios, sí, para que cuando lleguen las depresiones, ansiedades y demás parafernalia la gente conozca por lo menos el Do Mayor y pueda explayarse a gusto.

Yo lo hago de vez en cuando. Si estoy angustiado o depresivo en vez ir a la consulta del psicólogo, cojo mi guitarra, pongo la distorsión en el amplificador a tope y cada riff es una angustia sonora. Hoy lo he hecho, y aunque he terminado con los dedos doloridos (aun me duelen un poco mientras escribo esto) ha sido tanto lo que he liberado, me he quedado tan pancho que he sentido la necesidad de contárselo a mi blog. Y eso estoy haciendo.

13 agosto 2006

Lágrimas


La pasada noche no pude ver las perseidas. Muchas veces durante el año he pensado que llegara este día, o mejor dicho, esta noche, para contemplar esos fuegos artificiales naturales que el cometa 109P nos ofrece anualmente. Me gusta irme a algún lugar del monte donde no haya contaminación ni acústica ni lumínica para poder contemplar el cielo en todo su esplendor, preferentemente en compañía de alguien del sexo opuesto. Es un marco incomparable. Casi siempre termino pensando que el espectáculo de las estrellas, de mirar al cielo durante muchos minutos es eso: todo un espectáculo, aunque no haya lluvia de estrellas. Las de Agosto se llaman lágrimas, lágrimas de San Lorenzo.
Pero anoche fui al monte y no vi ninguna; me di una vuelta por varios sitios, avancé unos kilómetros y no vi ninguna; esperé bastantes minutos y no vi ninguna, no vi ninguna por la bruma que había. Supongo que era toda una metáfora. A veces nuestas lágrimas no son vistas por nadie, nos creamos un manto de brumas, disfrazamos nuestros cometas de falsa alegría de tal manera que nadie ve nuestras lágrimas, no es que no se produzcan es que nadie las ve. Nadie las ve.

11 agosto 2006

Río arriba

Hoy me ha venido a la memoria la letra de un fandango de El Cabrero, que decía más o menos así (lo escribo de memoria) :

Al hombre yo lo comparo
lo comparo con los ríos
que en el monte son muy puros
y en la ciudad "corrompíos".

Por eso, estoy convencido que hay que buscar siempre río arriba. Si un@ está criado en un pueblo cerca del monte (como yo) hay que buscar ahí, en el pueblo o en el monte, nunca más abajo hacia la ciudad. Si es que un@ busca la pureza.

Pero hay que ser muy salmón para buscar río arriba, hay que luchar contra la fuerza del agua, hay que nadar contracorriente. Hay que superar frustaciones sin saber qué encontrarás al final. Y es cansado, muy cansado, tan caaansaaaaadooooooo...

Divertimento

Quien supiera divertirse. Salir esta noche a cualquier feria de los alrededores y bailar. Da igual lo que fuera, da lo mismo bailar un reggaeton de esos infumables y repetitivos, que unas sevillanas corraleras acompañadas de una copa de rebujito (o mejor una jarra), que una de esas canciones absurdas, aerobic de madrugada. Quién supiera poder charlar de cosas intrascendentes… y pasarlo bien. Quien supiera sonreír naturalmente a la vecina esa que no soportas, porque estamos en feria y hay que divertirse. Quien pudiera acercarse a cualquier mujer (u hombre) y decirle tres tonterías en forma de halagos e intenciones y disfrutar de una noche de sexo aunque mañana al cruzarte con ella (el) en la feria ni le dirigieras la palabra.

Si, ojalá supiera divertirme como hace todo el mundo ¡Quien pudiera vivir sin preocuparse de lo que pasa en el mundo! Quien pudiera vivir importándole solo lo básico: comer, beber, dormir y reproducirse (a ser posible sin descendencia).

Quien supiera divertirse, quien.

10 agosto 2006

egoistas.com

Sin duda, el egoismo está de moda. Y me temo que hace demasiados años que está de moda. Tanto, que el que no es egoista se pudre en la miseria. Tanto, que hace unos días leía en una revista que hay que ser egoista, y estos días estoy llegando a la conclusión que es verdad. Uno mira alrededor y descubre que cada un@ va a su puta bola, que están bien contigo cuando a ellos les conviene y no están bien contigo cuando a ellos no, aunque tú lo necesitas más que nunca.
Y luego hay much@ altruista, mucha preocupación por el medio ambiente, por la escasez de agua en el mundo, etc. pero cuando el vecino está mal, ni lo miran.

¿Alguien puede decirme si hay algún curso de egoismo en alguna parte? ¿Porqué narices la página de egoistas.com se llama así, si no trata de nada de eso? ¿Se ofrece alguien para darme un curso intensivo? Dirigan sus ofertas aquí mismo al blog.

08 agosto 2006

El ciclo de la vida

Ayer murió la suegra de un amigo, aquí en el Sur. En el otro extremo de España, en el Norte, nacía su nuevo sobrino. El mismo día, solo unas horas de diferencia. Anoche en el velatorio, hablamos sobre el relevo de la vida, sobre el ciclo de la vida.

Unos nacen y todos alrededor están contentos y alegres; todos excepto el niño que llora al nacer. Otros mueren y todos alrededor lloran, todos excepto quizás la persona que muere, que tal vez se alegrará de dejar este mundo de mierda, quién sabe.

Me resultan curiosos los entierros. Los silencios contemplando las lágrimas y la pena cuando pasan los familiares. Los saludos y abrazos de encontrarse con personas que hace años que no ves porque tuvieron que emigrar. Las risas y comentarios de las personas menos allegadas que acuden al acto para "cumplir" con la familia. La pena de las personas más jovenes, la resignación de los más mayores seguramente porque gastaron sus lágrimas... Hasta a las penas se acostumbra uno.

Como decía la hija, es ley de vida, es ley de vida.

06 agosto 2006

Un domingo de verano

Hoy es un día extraño. Como todos los domingos, es un poco triste. Bueno, dependiendo como haya sido el sábado por la noche. Aunque últimamente ningún día es normal, la mayoría son huraños, oscuros (tiene gracia días oscuros en el mes de Agosto en Andalucía), poco amables.
Hoy hace viento, mucho viento.
Eso alivia el calor.
Eso y el aire acondicionado puesto a tope.
Me encanta el aire acondicionado de esta casa.
Esta casa tan grande. Solos yo y ella.
Ella me refiero a la casa.
Nadie me ha llamado hoy.
He hecho un par de llamadas para no sentirme solo.
Si, me han distraido un poco.
Eso y ese powerpoint sobre la amistad. ¡Qué bonito!
¡Cuanto daño hacen a veces las cosas bonitas!
Será por la nostalgia. O por la soledad.

Se acerca la hora de salir. De tomar unas copas en cualquier terraza al fresquito. Hablando de esto y aquello. Pensando en días mejores. Hablando de momentos felices.

Hoy es un día vulgar.
Definitivamente es un día vulgar.

05 agosto 2006

El primer post de mi primer Blog

Bueno, con un poco de esfuerzo y después de mucho tiempo pensando en crear uno al final lo he conseguido: ya tengo un blog.
Quiero que este blog sea un grito al aire. Quiero que sirva para que alguien en alguna parte lo lea y le mueva. Me da igual si le gusta, lo aborrece, lo considera patético o el mejor blog del mundo. Me da igual. Solo que mueva. O que conmueva.

Nunca sabréis si lo que cuento es verdad o es mentira, si lo soñé o lo viví, si lo inventé o me lo contaron. Es tan difícil distinguir la verdad de la mentira, lo real de lo imaginario. La gente tiende a mentir bastante. Mentir para joder, mentir para no causar daño, mentir para pasar por encima de otr@s, mentir para complacer. Pero también la gente tiende a inventar, a sincerarse cuando lo necesita, y a soñar.

Soñar, quién podría soñar hace unos años que las palabras que uno escribiera pudiesen ser vistas (teóricamente) por todo el mundo de una forma casi gratuita con la única limitación del idioma. Lo mismo un alto ejecutivo de Buenos Aires, que un celador en un hospital de Santiago de Chile, que un militar aburrido en Bahía de Cochinos.
Los sueños a veces se hacen realidad. Menos los recurrentes, los sueños recurrentes son los deseos no cumplidos (disfrazados o no).
Pero no se debe dejar de soñar, sigamos soñando. Yo seguiré soñando que tengo un blog y que incluso hay gente que lo lee.